¿Quién no quiere tener un cuerpo increíble para esas fotos de vacaciones en la playa o en la montaña? Ya sabes, esas fotos que dan envidia (de la buena) a todos en Instagram. Aunque aclaremos, no se trata solo de verse bien, sino de sentirse bien. Y gran parte de ese éxito se lo debemos a una sana alimentación. Porque, seamos sinceros, unas vacaciones sin energía no son vacaciones. Así que vamos a ver cómo cuidar nuestra alimentación incluso cuando estamos de viaje.

1. Inicia con un desayuno potente: Desayunar bien es la clave, así que busca opciones que te llenen de energía: un buen huevito, avena, frutas, yogur griego o frutos secos. Nada de saltarte esta comida, porque luego caerás en la tentación de comer cualquier cosa.

2. Hidrátate, hidrátate e hidrátate: El agua es tu mejor amiga. Llévate una botella reutilizable y llénala donde puedas. Mantenerte hidratado no solo ayuda a tu cuerpo a funcionar mejor, sino que también te mantiene lleno y evita que piques entre comidas.

3. Explora la comida local, pero con moderación: Parte de la magia de viajar es probar cosas nuevas, así que adelante, disfruta esos platos típicos, pero no te excedas, con moderación por tu salud y para que puedas disfrutar un buen viaje, sin inconvenientes de salud.

4. Snacks saludables: Una buena opción para ti y para tu bolsillo,es tener a mano frutos secos, barras de cereal, o frutas. Así, cuando te dé hambre en medio de una excursión o entre visitas turísticas, no tendrás que buscar comida rápida o poco saludable.

5. Mantén el equilibrio: No te obsesiones parcero, las vacaciones son para disfrutar, así que si un día te das un capricho, compénsalo con comidas más ligeras y saludables al día siguiente. El equilibrio es la clave.