Más que una simple bebida, la cerveza tiene una historia llena de curiosidades. Desde su origen hasta sus secretos de producción.


La cerveza es una de las bebidas alcohólicas más antiguas del mundo, con una historia que se remonta a miles de años. Los primeros registros de su producción se encuentran en Sumeria, una región de la antigua Mesopotamia, alrededor del año 4,000 a.C. Los sumerios incluso tenían una diosa de la cerveza, Ninkasi, y se han encontrado himnos dedicados a ella que incluían recetas para la elaboración de esta bebida.


Durante la Edad Media, la cerveza se convirtió en una bebida esencial en Europa, especialmente en los monasterios, donde los monjes perfeccionaron las técnicas de fermentación y contribuyeron al desarrollo de nuevas variedades. En esta época, la cerveza era más segura de beber que el agua, debido al proceso de fermentación que mataba las bacterias.


Aunque existen muchas variedades de cerveza, todas comparten cuatro ingredientes básicos: agua, cebada, lúpulo y levadura. Sin embargo, lo que quizás no sabías es que el 90% de la cerveza es agua, lo que hace que la calidad del agua utilizada en su elaboración sea crucial. De hecho, muchas cervecerías eligen sus ubicaciones en función de la disponibilidad de agua pura y de alta calidad.


El lúpulo, que da a la cerveza su característico sabor amargo, también actúa como conservante natural, permitiendo que la bebida dure más tiempo sin estropearse. Curiosamente, el lúpulo no fue siempre un ingrediente común en la cerveza; su uso generalizado no se popularizó hasta el siglo IX en Europa.


Con el pasar del tiempo, la cerveza ha evolucionado y se ha diversificado en una amplia gama de estilos y variedades. Las dos categorías principales de cerveza son lager y ale, que se diferencian por el tipo de levadura utilizada y el proceso de fermentación. Las lagers, como las populares pilseners, se fermentan a bajas temperaturas, mientras que las ales, como las IPAs (India Pale Ales), se fermentan a temperaturas más altas.


Dentro de estas categorías existen innumerables subvariedades, desde cervezas oscuras y robustas como las stouts y porters, hasta cervezas ligeras y refrescantes como las weissbiers de trigo. Cada estilo ofrece un perfil de sabor único, lo que hace que la exploración de diferentes cervezas sea una experiencia infinita para los aficionados.


El código de Hammurabi y la cerveza: En la antigua Babilonia, la cerveza era tan importante que el famoso Código de Hammurabi, una de las primeras leyes escritas de la humanidad, incluía regulaciones sobre su producción y venta. Los taberneros que diluían la cerveza podían ser castigados con la muerte, lo que muestra la seriedad con la que se tomaba esta bebida.


La cerveza más antigua del mundo: En 2010, arqueólogos encontraron restos de una cervecería de 5,000 años de antigüedad en Egipto. Se cree que esta fábrica producía cerveza para los trabajadores que construían las pirámides, lo que subraya la importancia de esta bebida en la vida cotidiana de las antiguas civilizaciones.

  1. La ley de la pureza alemana: La Reinheitsgebot, o Ley de la Pureza, es una regulación alemana de 1516 que establece que la cerveza solo puede elaborarse con agua, cebada y lúpulo. Esta ley sigue influyendo en la producción de cerveza en Alemania hoy en día, y es considerada una de las primeras leyes alimentarias del mundo.
  2. Cerveza espacial: En 2006, se desarrolló la primera cerveza elaborada con cebada cultivada en el espacio. Este experimento, realizado en la Estación Espacial Internacional, fue parte de un estudio para entender cómo las plantas pueden crecer en condiciones de gravedad cero, con la vista puesta en futuras misiones a Marte.
  3. Cerveza como fuente de nutrición: Durante la Edad Media, la cerveza no solo era una bebida, sino una importante fuente de calorías y nutrición, especialmente durante el ayuno religioso. Conocida como “pan líquido”, la cerveza proporcionaba carbohidratos y vitaminas esenciales a quienes tenían acceso limitado a otros alimentos.


La cerveza ha tenido un impacto significativo en la cultura y la sociedad a lo largo de la historia. En muchos países, es parte integral de las celebraciones y festividades. Por ejemplo, el Oktoberfest en Alemania es uno de los festivales de cerveza más grandes del mundo, atrayendo a millones de visitantes cada año.


En Estados Unidos, la cultura de la cerveza artesanal ha experimentado un auge en las últimas décadas, con miles de microcervecerías produciendo variedades únicas y experimentales. Este movimiento ha revitalizado el interés por la cerveza, llevando a una mayor apreciación por sus diversos estilos y sabores.


Aunque el consumo moderado de cerveza se asocia con ciertos beneficios para la salud, como la reducción del riesgo de enfermedades cardíacas y el aumento de los niveles de antioxidantes, es importante recordar que el exceso de alcohol puede tener efectos negativos graves. Por eso, es esencial disfrutar de la cerveza con moderación.


Además, la cerveza contiene fibra dietética soluble, proveniente de la cebada, lo que puede ayudar en la digestión. Sin embargo, es importante no depender de la cerveza como fuente principal de fibra o nutrientes.


La cerveza es mucho más que una simple bebida para compartir con amigos; es una parte de nuestra historia, cultura y, en muchos casos, hasta de nuestra nutrición. Conocer más sobre sus orígenes, sus ingredientes y sus curiosidades nos permite apreciarla de manera más profunda. Así que, la próxima vez que disfrutes de una cerveza fría, recuerda estos datos y brinda por su historia y las curiosidades que esta bebida tiene para ofrecer. ¡Salud, parceros!

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