El ejercicio es una herramienta poderosa en el control de la diabetes y el bienestar general. Para las personas con diabetes tipo 1 y tipo 2, la actividad física no solo contribuye a mejorar la condición física, sino que también desempeña un papel crucial en el manejo de los niveles de glucosa en sangre y en la prevención de complicaciones.

En este artículo, conocerás cómo el ejercicio puede ser un aliado para quienes viven con diabetes y los factores clave para aprovechar al máximo sus beneficios.


¿Por qué el ejercicio es importante para personas con diabetes?

  1. Control de la glucosa en sangre
    Durante el ejercicio, los músculos consumen glucosa como fuente de energía, lo que ayuda a reducir los niveles de azúcar en la sangre. La actividad física también mejora la sensibilidad a la insulina, facilitando la absorción de glucosa en las células, algo especialmente beneficioso para personas con diabetes tipo 2.
  2. Control de peso
    La obesidad y el sobrepeso son factores de riesgo para la diabetes tipo 2, y el ejercicio regular ayuda a controlar y reducir el peso corporal. Esto, a su vez, puede mejorar la sensibilidad a la insulina y reducir la necesidad de medicación en algunas personas.
  3. Salud cardiovascular
    Las personas con diabetes tienen un mayor riesgo de enfermedades del corazón y accidentes cerebrovasculares. Realizar actividad física regularmente contribuye a mejorar la salud cardiovascular al reducir los niveles de colesterol LDL (colesterol “malo”) y aumentar los niveles de colesterol HDL (colesterol “bueno”).
  4. Mejora del estado de ánimo y reducción del estrés
    El ejercicio libera endorfinas, que mejoran el estado de ánimo y ayudan a reducir el estrés. Esto es importante, ya que el estrés puede provocar fluctuaciones en los niveles de glucosa en sangre.


Tipos de ejercicios recomendados para personas con diabetes

  1. Ejercicio aeróbico
    Actividades como caminar, nadar, bailar o andar en bicicleta son excelentes opciones. Estos ejercicios ayudan a quemar calorías y a mejorar la salud cardiovascular. Se recomienda al menos 150 minutos de actividad aeróbica moderada a la semana.
  2. Entrenamiento de resistencia
    El levantamiento de pesas y los ejercicios de resistencia con bandas ayudan a aumentar la masa muscular y mejoran la sensibilidad a la insulina. Con más músculo, el cuerpo puede procesar mejor la glucosa, lo que contribuye a mantener niveles de azúcar más estables.
  3. Ejercicios de flexibilidad y equilibrio
    El yoga, el pilates y los ejercicios de estiramiento son ideales para mejorar la movilidad y reducir el riesgo de lesiones. Además, pueden reducir el estrés, lo que ayuda a mejorar el control de la glucosa.

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Precauciones antes de comenzar una rutina de ejercicio

  1. Consulta con un profesional de la salud
    Antes de iniciar cualquier programa de ejercicios, especialmente si tienes diabetes, consulta a tu médico. Podrán sugerirte la intensidad y tipo de ejercicio más adecuado y ayudarte a entender cómo ajustar tus dosis de insulina o medicación.
  2. Controla tus niveles de glucosa antes y después del ejercicio
    Algunas personas pueden experimentar hipoglucemia (niveles bajos de azúcar en sangre) o hiperglucemia (niveles altos de azúcar en sangre) durante o después de hacer ejercicio. Llevar un registro te permitirá detectar patrones y ajustar tu alimentación o dosis de insulina.
  3. Hidrátate adecuadamente
    Las personas con diabetes deben ser conscientes de la hidratación, ya que los niveles de glucosa altos pueden provocar una mayor pérdida de líquidos.
  4. Cuida tus pies
    Las complicaciones en los pies son comunes entre las personas con diabetes debido a problemas de circulación y sensibilidad. Utiliza calzado adecuado y revisa tus pies después del ejercicio para evitar ampollas o lesiones.


Consejos prácticos para maximizar los beneficios del ejercicio

  • Mantén una rutina constante
    La clave está en la constancia. Realizar actividad física regularmente, al menos tres veces por semana, ayuda a estabilizar los niveles de glucosa en sangre de forma más efectiva.
  • Lleva snacks saludables para prevenir bajones de glucosa
    En caso de que te sientas débil o experimentes síntomas de hipoglucemia, lleva siempre contigo algún snack saludable y bajo en carbohidratos.
  • Escucha a tu cuerpo
    Si sientes mareos, sudor frío o visión borrosa, es posible que tus niveles de azúcar en sangre estén bajos. Haz una pausa, verifica tus niveles y consume algún alimento si es necesario.
  • Registra tus progresos
    Llevar un registro de tus sesiones de ejercicio, niveles de glucosa, y cómo te sientes después de cada sesión te ayudará a ajustar tu rutina y evaluar tus avances.


Para las personas con diabetes, el ejercicio puede ser mucho más que una actividad física: es una herramienta para mejorar la calidad de vida y controlar los niveles de glucosa. Incorporar actividad física regular, bajo la orientación de un profesional, es fundamental para mantener una salud óptima y evitar complicaciones. Con un enfoque adecuado y constante, el ejercicio puede ayudarte a vivir de manera saludable y activa.

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