Mover el cuerpo no solo transforma el físico: también es uno de los aliados más poderosos para la salud mental. Numerosos estudios muestran que la actividad física regular reduce síntomas de depresión y ansiedad, mejora el estado de ánimo y fortalece la resiliencia psicológica. En una muestra masiva, investigadores encontraron una relación significativa entre ejercicio y menor carga de problemas mentales, además de identificar que ciertos tipos y frecuencias de actividad tienen mayor efecto terapéutico. Mira la publicación en la revista The Lancet aquí


¿Por qué funciona? Desde el punto de vista biológico, el ejercicio disminuye hormonas del estrés (adrenalina y cortisol) y aumenta endorfinas y otros neuromoduladores que mejoran el ánimo y la sensación de bienestar. De acuerdo con Harvard Health también favorece el sueño, la concentración y la autoestima — factores clave para una mente saludable. 


Como dice el Dr. Leonardo Camargo, médico del deporte: “Se liberan endorfinas que ayudan a mantener el equilibrio emocional, la autoestima y el bienestar; además mejora la memoria, la calidad del sueño y la funcionalidad para las actividades del día a día.” Otro aporte suyo muy claro: “Realizar ejercicio físico con regularidad genera grandes beneficios a nivel psicológico para los trabajadores, impactando directamente en estado de ánimo, memoria y concentración.


Recomendaciones prácticas (basadas en guías internacionales)


Las organizaciones internacionales recomiendan al menos 150 minutos semanales de actividad moderada (o 75 minutos de actividad vigorosa), además de trabajo de fuerza 2 veces por semana. Estos objetivos se pueden adaptar a la rutina: lo importante es la constancia y que el movimiento sea disfrutable. Consulta más aquí.


En casa

  • Mini-rutina matutina (20–30 min): movilidad + 10–15 minutos de cardio ligero (subir escaleras, saltos suaves o baile) y 2 ejercicios de fuerza (sentadillas y flexiones modificadas).
  • Pausas activas cada 60–90 minutos: 3–5 minutos de estiramiento o caminar por la casa para romper la inercia mental.
  • Yoga o respiración antes de dormir: 10–15 minutos para mejorar la calidad del sueño y reducir la ansiedad.


En Athletic

  • Sesiones combinadas: 30–45 minutos de cardio + 20 min de fuerza (rutina por grupos musculares). El trabajo de resistencia contribuye a la autoestima y al control del estrés.
  • Clases power training (cardio HIIT, core): promueven apoyo social, motivación y reducción del aislamiento — elementos críticos para la salud mental.
  • Consulta con expertos: un plan personalizado optimiza resultados y minimiza riesgos.


En el barrio / cotidianidad

  • Caminar al trabajo o bajarse una parada antes del bus: 20–30 min diarios suman y mejoran el ánimo.
  • Actividades sociales activas: jugar fútbol, salir en bicicleta con amigos o participar en grupos de caminata. La conexión social potencia el efecto terapéutico del ejercicio.
  • Micro hábitos: usar las escaleras, hacer sentadillas mientras esperas algo o estirarte al levantarte del sofá.


Pequeños objetivos, grandes cambios

No necesitas entrenar como un atleta para ver cambios. Para muchas personas, pasar de sedentario a 90–150 minutos semanales produce mejoras notables en el estado de ánimo y la energía. Lo esencial es comenzar con metas alcanzables, medir pequeños progresos y celebrar cada avance — eso alimenta la motivación y la adherencia.


¿Listo para transformar cuerpo y mente? En Athletic creemos que el ejercicio es una revolución cotidiana: no se trata solo de quemar calorías, sino de recuperar energía, dormir mejor, gestionar el estrés y reconectar con otras personas. Únete a la revolución en Athletic: inscríbete hoy, prueba una clase gratuita y descubre un plan que se ajuste a tu vida y a tu bienestar emocional. Porque mover el cuerpo también es mover el ánimo. 

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