Las pequeñas acciones no solo protegen el agua, sino que también se convierten en gotas de cambio que impactan la salud del planeta. Cada gota cuenta, y en Athletic queremos que te unas al cambio y descubras cómo simples acciones cotidianas no solo preservan el agua, sino que también contribuyen a la salud general de nuestro hogar: la tierra.


Cerrar el grifo mientras te cepillas:

¿Sabías que dejar correr el agua mientras te cepillas los dientes puede desperdiciar hasta 6 litros por minuto? Al cerrar el grifo mientras cepillas, no solo conservas agua, sino que también estableces una práctica que promueve la conciencia ambiental.


Reutilizar el agua de lavado de vegetales:

Después de lavar tus verduras, no dejes que esa agua limpia se vaya por el desagüe. ¡Aprovéchala! Puedes usarla para regar tus plantas o jardín. Es una pequeña acción que no solo reduce el desperdicio de agua, también permite que puedas generar un ahorro en el consumo de agua.


Tomar una ducha más corta:

Reducir el tiempo de ducha no solo ahorra agua, sino que también reduce el consumo de energía utilizada para calentar el agua. Inténtalo: ¡una ducha más corta puede ser
refrescante y amigable con el planeta! también puedes probar una ducha de agua fría


Reparar fugas de agua:

Esos pequeños goteos en el grifo pueden no parecer importantes, pero pueden acumularse a grandes cantidades de agua desperdiciada con el tiempo. Tomarte el tiempo para reparar esas fugas es una inversión en la conservación del agua y en la eficiencia de tu hogar.


Elegir productos sostenibles:

Optar por productos fabricados con prácticas sostenibles y que requieran menos agua durante su producción ayuda a reducir la huella hídrica global. Esto incluye prendas de vestir, alimentos y otros bienes de consumo.


Cultivar una conciencia hídrica:

La conciencia es la clave. Informarte sobre la situación del agua en tu área y aprender sobre prácticas sostenibles te empodera para tomar decisiones más informadas. Comparte ese conocimiento con amigos y familiares para crear una cadena de cuidadores del agua.


Promover actividades de limpieza de ríos y playas:

Unirte a actividades comunitarias de limpieza no solo contribuye a la salud de los cuerpos de agua locales, sino que también crea conciencia sobre la importancia de proteger nuestros recursos hídricos.


Inculcar el amor por el agua a los más jóvenes:

Educar a las generaciones futuras sobre la importancia del agua y la necesidad de cuidarla es una inversión en el futuro del planeta. Involucra a los más jóvenes en actividades prácticas que destaquen la importancia de este recurso invaluable.


No utilizar el inodoro como papelera:

Evitar arrojar productos no desechables, como toallas de papel o productos de higiene personal, en el inodoro. Esto reduce la carga sobre los sistemas de tratamiento de aguas residuales y evita obstrucciones.

Cada una de estas acciones, combinada con aquellas mencionadas previamente, contribuye a un esfuerzo colectivo por cuidar y preservar el agua, asegurando un futuro sostenible para todos.

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