(En el Día Mundial contra la Neumonía, pero diseñado para que te cuides todo el año)

Cada 12 de noviembre se conmemora el Día Mundial contra la Neumonía, una enfermedad que aún representa una de las principales causas de muerte prevenible a nivel global según la Organización Mundial de la Salud. Aunque suele asociarse con niños o adultos mayores, la verdad es que todos necesitamos fortalecer y proteger nuestro sistema respiratorio.


La buena noticia es que no necesitas ser atleta profesional para cuidar tus pulmones: tu rutina en el gym puede ser una herramienta poderosa para mantenerlos fuertes, eficientes y protegidos.

1. Muévete: el ejercicio mejora la capacidad pulmonar

Cuando entrenas, tus pulmones se ven obligados a trabajar más para llevar oxígeno a tus músculos. Este proceso, repetido con regularidad, aumenta la capacidad pulmonar, mejora la eficiencia respiratoria y fortalece los músculos que intervienen en la respiración.

Estudios publicados en Frontiers in Physiology muestran que el ejercicio aeróbico constante mejora hasta un 15% la capacidad ventilatoria.

En ATHLETIC, esto se traduce en algo simple:
Cada sesión de cardio, cada clase, cada circuito… es un entrenamiento para tus pulmones también.

2. Haz un buen calentamiento: tus pulmones también necesitan activación

Saltarte el calentamiento no solo afecta tu rendimiento muscular: también impacta tu respiración. Un calentamiento de 5 a 10 minutos permite que el cuerpo aumente gradualmente la frecuencia cardiaca y la ventilación, preparando a tus pulmones para esfuerzos mayores.

Tips rápidos:

  • Inicia con movimientos articulares y caminata suave.
  • Suma respiraciones profundas y controladas.
  • Enfócate en expandir el pecho y activar el diafragma.

Estudios en Sports Medicine muestran que una buena activación reduce la sensación de “ahogo” al entrenar.

3. Respira con técnica, no con pánico

Una mala respiración limita tu rendimiento y te fatiga más rápido. La evidencia indica que técnicas como la respiración diafragmática o la respiración rítmica ayudan a mejorar la oxigenación y reducen la frecuencia cardiaca durante el ejercicio.

Guía rápida ATHLETIC:

  • Fuerza: exhala cuando haces el esfuerzo (subir, empujar, levantar).
  • Cardio: respira en ciclos rítmicos (por ejemplo, 2 pasos = inhalas, 2 pasos = exhalas).
  • Funcional: prioriza respiraciones profundas antes y después del esfuerzo.


Respirar bien no te debilita… te potencia.

4. No ignores la hidratación: tus pulmones la necesitan

¿Qué tienen que ver los pulmones con beber agua? Mucho.

La OMS y diversas investigaciones en fisiología respiratoria señalan que la hidratación mantiene húmedas las vías respiratorias, lo que facilita el intercambio de oxígeno y disminuye la irritación pulmonar.

Entrenar deshidratado puede hacer que tu respiración sea más corta y menos eficiente.

Así que sí: tu botella no es decoración. Úsala. Recuerda que en Athletic cuentas con bebederos de agua gratis, así que no hay excusas.

5. Evita el sobreesfuerzo cuando estés enfermo (tu cuerpo te pasa factura)

Entrenar con congestión, tos fuerte o síntomas gripales puede aumentar la inflamación de las vías respiratorias y generar complicaciones.

Lo más recomendable es bajar la intensidad del entrenamiento cuando hay síntomas respiratorios, y suspender si hay fiebre.

Escuchar a tu cuerpo no es debilidad: es inteligencia.

6. Fortalece tu cuerpo completo: un cuerpo fuerte respira mejor

Los músculos del core (diafragma, intercostales, abdomen, espalda baja) juegan un papel clave en la respiración.

Cuando los fortaleces con ejercicios de fuerza, funcional o clases como PowerTraining Core mejoras tu capacidad de respirar profundo y sostener esfuerzos largos.

Un cuerpo activo no solo se ve bien… respira mejor.

Ven a ATHLETIC, muévete, respira mejor y entrena una versión de ti que vive con más energía. Tus pulmones también entrenan contigo. 💛💥

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