Más ejercicio, menos enfermedades
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El ejercicio constante y moderado genera una serie de adaptaciones en el organismo que van más allá de quemar calorías, construir masa muscular o reducir grasa. Las personas activas tienen un mejor funcionamiento de su metabolismo y tienen menos riesgo de padecer enfermedades crónicas no transmisibles que ocasionan la mayoría de muertes en el mundo.
Según un estudio publicado en la revista científica The Lancet Global Health, la actividad física ayuda a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares hasta en un 25%, diabetes tipo 2 hasta un 27 % y algunos tipos de cáncer. También mejora el estado de ánimo disminuyendo el riesgo de sufrir depresión y ansiedad.
De acuerdo con expertos en medicina deportiva, al hacer ejercicio regularmente, se fortalece el sistema inmunológico, mejora la salud cardiovascular y reduce el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas.
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Y es que el ejercicio se ha convertido en la medicina preventiva por excelencia o en la polipíldora en contra de la mayoría de enfermedades crónicas no transmisibles gracias a que controla el peso, mejora la sensibilidad a la insulina, disminuye el riesgo de diabetes, controla las grasas sanguíneas, reduce las cifras de tensión arterial, mantiene la masa muscular, reduce la pérdida ósea, mejora las funciones digestivas, reduce los problemas osteoarticulares degenerativos, aumenta el rendimiento mental, disminuye la ansiedad y el estrés y mejora el ánimo.
Con relación a la frecuencia y a la intensidad, la Organización Mundial de la Salud (OMS), recomienda realizar un mínimo de 150 minutos de actividad física moderada o 75 minutos de actividad física vigorosa por semana para mantener una buena salud física y mental. También, se ha demostrado que incluso pequeñas cantidades de actividad física, como caminar 30 minutos al día, pueden tener un impacto positivo en la salud.
El éxito es comenzar poco a poco con ejercicios de activación muscular, fuerza y cardio. Lo ideal es que la persona haga el ejercicio con el que se sienta más cómoda: puede ser correr, caminar, bailar, montar en bicicleta, levantar pesas, etc. Es muy importante también contar con la asesoría de profesionales especialistas en ejercicio como médicos del deporte o entrenadores deportivos.